Auténticamente Ella

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Annie Jiménez es la Nueve Once de la Amistad Genuina. Siempre atenta a todas sus aldeas. Siempre lista para abrazarte con su mirada, para escuchar invenciones, o para elaborar soluciones creativas.

Es la hija del medio de dos hermanas muy queridas. Es la pegatina entre Elena, la mayor y la pequeña Vivi. A poco más de cinco décadas, asegura que la verdad siempre tiene la razón. Y, que los caminos abren con hablar sincero.

Esa naturaleza de carácter constituye el ADN de las tres hermanas. Hermanas que son tronco para sus padres - no importa las circunstancias de la vida. Annie es sincera, distraída, divertida, y pacientemente fogosa como secuela de un modelaje aprendido.

A ella la inquietan solamente los retos inconfundibles. Los acepta sin remedio y los abriga con valiente ansiedad porque sabe que todo tiene una salida. Los vence con persistencia taimada. “Tal vez las soluciones no son tan rápidas como quisiera, pero se sigue viviendo con optimismo y agradeciendo estar rodeada de una familia única.”

Piensa que si hubiera sido más disciplinada, habría completado su bachillerato en Psicología - pero el curso de Freud era al amanecer y en su temprana adultez, la alarma de madurez estaba algo silente.

Pero la vida es la mejor escuela y siendo madre joven aprendió a sobrellevar experiencias que la hacen ser tenazmente práctica. Con una buena ética de trabajo se une a su madre en la firma de Bienes y Raíces.

Trabajar junto a su madre hasta que se retira - ahora labora por su cuenta – fue una escuela de hospitalidad. “Aprendí a ver a los clientes como familia. En la oficina las reuniones se hacían con almuerzos caseros. Se cocinaba para una familia extendida. Así somos. Nos disfrutamos hacer sentir a los demás como en sus casas, con mucho o poquito”.

Luego trabaja horas maratónicas en alquiler comercial, mientras criaba a su hija mayor con el ahínco que solo tienen las madres-padres. Aparte de apoyo de sus padres, tuvo la fortuna que cuando nace su segundo hijo, su hija mayor es excelente hermana y cuidadora.

Esa hija mayor, la Mariana inicia ponto sus estudios veterinarios, y su hijo Adrián en 12 meses se gradúa. Ellos la graduaron de la vida, y Annie a ellos. Son una familia moderna de Gente Buena - sin brillo, ni escarcha. Transparentes como debe ser.

Esa es su tribu familiar, pero su amistad a otras comunidades hermanas tiene redes extendidas. Su carisma es un imán. Ella es extraordinaria en lo cotidiano.

¿Necesitas ayuda culinaria, una medicina, hablar de algún contratiempo, pasarla bien? – Annie presente. Y, cuando del mundo culinario se trata hay que destacar que confecciona en segundos entremeses como postres gourmet. Es mágica en su cocinar. El amor, el disfrute deben ser su sofrito.

Esa misma querencia, esa generosidad con su familia, con sus amistades de infancia, y recientemente con la comunidad de tenis de playa y raqueta de ‘pickle’ la extiende entre sus mundos.

En la comunidad deportiva, Annie es la mara-cachimba, y sus integrantes lo saben. Es ZoiLA – LA que reserva; LA que coordina, LA productora de todo el alfabeto.

Compartir con Annie es ameno. Es un ser humano irrepetible. Un Nueve Once confiable – la ‘marcas’, y la empatía siempre TE responde.

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