¿Alguna vez te has sentido tan cansado, que por más que descansas y que tomas múltiples tazas de café al día no logras recuperar tu energía y ni tan siquiera el ejercicio te sube el ánimo?
Si tu respuesta fue “¡Sí!” es muy probable que hayas sufrido un “burnout”. El “burnout” es un estado de cansancio emocional físico y mental causado por exceso de estrés prolongado. A mí me tomó dos años recuperarme de un “burnout” extremo y, por eso, quisiera compartirte tres técnicas a las que recurro para mantenerme balanceada y evitar caer nuevamente en un “burnout”.
Caminar en vez de hacer ejercicios intensos: Cuando el cuerpo está en un estado de stress crónico, hacer ejercicios intensos va a aumentar ese estado de stress, alterar tus hormonas y liberar más cortisol. Recomiendo caminar por 20-30 minutos para aclarar la mente, sudar un poco y que no sea muy intenso para el cuerpo.
Limitar la ingesta de café: El café activa nuestro sistema nervioso y, a su vez, puede convertirse en un detonante para el “burnout”. Recomiendo disminuir el consumo de cafeína para que el cuerpo tenga tiempo de descansar y relajarse.
Practicar “breathwork”: Puede parecer intimidante, pero el “breathwork” es simplemente respirar, y tú lo haces en todo momento, así que ya eres experto. Recomiendo el siguiente ejercicio: inhalar por la nariz y exhalar por la boca como si tuvieras un sorbeto. Mientras más prolongues la exhalación, más relajado te vas a sentir. Practícalo por 2-3 minutos o hasta que te sientas relajado.
Para evitar un “burnout”, tenemos que estar conscientes de los síntomas que presenta nuestro cuerpo. Te invito a que practiques el “breathwork” todas las mañanas (recomendado en paso #3) para que comiences a crear esa conciencia y esa comunicación con tu mente y cuerpo y así tomes los pasos necesarios para relajarte antes que te ataque el “burnout”.
Paula Landrón
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